Quizá consideras que no vale la pena planear un viaje. No te emociona el pensar en tu destino, ni en cómo llegarías, qué harías, mucho menos cuánto gastarías. Viajar es una experiencia, pero para muchos no significa gran cosa.
LonelyPlanet eligió siete razones que se pueden presentar en la vida que servirían de pretexto para que intentes planear un gran viaje y arrojarte a la aventura.
1. Año sabático
La escuela se acabó, ya sea porque estás a punto de entrar a la Universidad, o porque cuando estudiabas nunca te diste la oportunidad de tomar un año para dejar que el mundo real te enseñara.
Programas de voluntariado hay por miles, puedes conocer otras culturas, países y además hacer algo significativo por los otros y aprender al hacerlo.
Australia y Nueva Zelanda son dos de los sitios preferidos para ofrecer los servicios, también Europa y para los más arriesgados algunos países de África.
2. El truene con la pareja
¿Por qué no aprovechar ese momento infernal para encontrar a alguien más? El libro que inspiró la película Comer, rezar, amar es el mejor ejemplo de como darte tu espacio y tiempo viajando puede ayudar a olvidar una mala experiencia en el amor, pero encontrar otras opciones de amor.
Los destinos indispensables para lograr el objetivo son Río de Janeiro y París, para poner en perspectiva la relevancia del viejo amor.
3. Crisis existencial
En lugar de seguir el cliché y comprarte un auto deportivo para llenar el vacío, o hacerte una cirugía plástica, no hay nada como introducirte en una nueva cultura y revaluar lo que realmente importa.
Conocer nuevas personas, en todos los sentidos, dejarte experimentar y ver cuáles son tus límites es lo que te brindaría tomarte en serio este sentimiento y viajar para reencontrarte.
No olvides considerar, dejarte ir por alguna carretera, tal como la Ruta 66 que atraviesa Estados Unidos o tomar un retiro espiritual a la isla de Goa.
4. Aprovecha el desempleo
En caso de que no lo sepas, no tener trabajo es la nueva forma de estar empleado. Toma tu equipaje y busca alguno lo más lejos posible del anterior. Bangkok podría ser una opción, quizá podrías empezar una nueva carrera como consultor de venta de yates.
Madagascar o Papua Nueva Guinea ofrecen opciones laborales que implican un reto profesional y personal más emocionante que cualquier puesto que puedas encontrar en los anuncios de empleo.
5. Jubilación
Muchos viajeros llevan consigo a sus nietos como una forma de recuperar el tiempo que invirtieron toda su vida trabajando y que quizá no pasaron con sus hijos.
Retirarse es una gran oportunidad para olvidarse de las rutinas laborales y disfrutar todo lo que estuviste trabajando toda tu vida.
LonelyPlanet recomienda Australia por la extendida frase con la que reconocen a los turistas retirados: Australia SADs por ve Australia y muere (See Australia and Die). Si no te convence quizá Bahamas o el Caribe sea una buena opción.
6. Compasión
Piensa por un momento acerca del tipo de lugares que se te han quedado clavados en la mente. Quizá sean las recientes inundaciones en Brasil, el sismo en Haití o Chile, o los problemas económicos en Grecia e Irlanda.
Estos desastres hacen ver a tus conflictos diarios como pequeñeces. Si estuvieras ahí se harían aún más reales y aprenderías más acerca de la capacidad de adaptación y los gestos de agradecimiento de las personas.
LonelyPlanet explicó que no estaba diciendo que en cada desastre se vaya a viajar en ese momento, quizá reconsiderar que al hacerlo en un futuro próximo podría ayudar a la recuperación de las zonas afectadas
7. Sólo porque sí
¿Realmente necesitas una razón que lo justifique? Si con todos estos pretextos sigues considerando que viajar no vale la pena. Hazlo sólo porque sí y descubre por ti mismo lo que un viaje puede darte.
Si las islas griegas no son tu tipo, prueba Hong Kong, Ecuador o México. Inspírate, escápate de la diversión del pasado, quizá encuentres algo o quizá sólo lo disfrutes.
Fuente: eluniversal.com.mx