Los superhalcones de Estados Unidos (EU), encabezados por el facineroso senador John McCain, han conseguido confrontar a Alemania –por extensión, a la Unión Europea (UE)– con Rusia (ver Bajo la Lupa, 9 y 12/3/14).
A mi juicio, una confrontación entre Rusia y Alemania beneficia a EU.
Stephen Cohen –académico de las universidades de Nueva York y Princeton, y máximo conocedor de las relaciones con Rusia– fustiga la grotesca “distorsión de Rusia por los multimedia de EU en su caricaturesca representación de Putin, Sochi y Ucrania (http://www.thenation.com/article/ 178344/distorting-russia )– y advierte que EU no respetó las “dos líneas rojas de Rusia en Georgia y en Ucrania”: hoy el conflicto “se encuentra a dos pasos de la crisis de los misiles en Cuba y a tres de una guerra con Rusia por primera vez” (CNN, 9/3/14).
Si la población de Crimea vota en su referendo en favor de su incrustación a Rusia, tanto EU como la UE expresarán su furia –creada por ellos con su temeridad de haber asestado el golpe fondomonetarista en Kiev– con su “guerra de sanciones” contra Rusia, donde la más dolorosa sería la “guerra financiera”, donde brilla EU debido a la imperante globalización financierista.
Rusia, genuina potencia económica milagrosamente resucitada (sexto lugar global), parece muy vulnerable en el reino financierista dominado por la dupla anglosajona de Wall Street y la City, cuando se ignora la capacidad de represalias del Kremlin.
Según el Financial Times (4/3/14), “EU considera sanciones a los bancos rusos” al “estilo de Irán”. EU libra un nuevo tipo de guerra durante más de una década, como revela Juan Zarate (http://georgewbush-whitehouse.archives.gov/ government/jzarate-bio.html) en su reciente libro Las guerras de la Secretaría del Tesoro de EU:el desencadenamiento de una nueva era de guerra financiera (Public Affairs, New York, 2013).
Zarate –principal arquitecto de la “guerra financiera” moderna, anterior funcionario de la Secretaría del Tesoro y la Casa Blanca, a cargo de las sanciones de Baby Bush –comenta que durante la crisis financiera de 2008, Rusia se acercó a China para proponer la venta de su participación en los bonos hipotecarios estatales de EU (Fannie Mae y Freddie Mac), que hubiera obligado a EU a colocar más dinero en el rescate inmobiliario, lo cual rechazó China.
A juicio de Zarate, si EU intenta aislar financieramente a Rusia pudiera ser contraproducente y golpearse a sí mismo (http://www.foreignpolicy.com/articles/ 2014/03/13/why_the_us_isnt_rushing_ to_sanction_russia), ya que en caso de que los bancos rusos sean eliminados del sistema financiero con las sanciones, podrían reaccionar al no implementar los lineamientos de las sanciones o al crear paraísos financieros: “súbitamente hoy los bancos rusos están realizando más negocios con los bancos iraníes”.
Tampoco hay que despreciar las reservas financieras de Rusia: quinto sitial global, con 500 mil millones de dólares.
Amenazas van y vienen y ahora el Kremlin respondió que “si EU intenta dañar su economía, Rusia golpeará al dólar” (http://www.testosteronepit.com/home/ 2014/3/15/kremlin-if-the-us-tries-to-hurt-russias-economy-russia-will.html).
¿”Guerra financierista” del G-7 contra “guerra economicista” de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica)?
Paul Craig Roberts, ex secretario asistente del Tesoro con Reagan, adujo que “las sanciones de EU contra Rusia acelerarán el desarrollo de los BRICS”, los cuales “pueden crear su propia moneda” ( Russia Today, 14/3/14).
Roberts considera imprudente que EU intente “destruir con sanciones el comercio entre Rusia y otros países”: tales medidas “tendrán el efecto contrario, ante todo para los socios de EU”. A su juicio, lo peor es que el secuestro del nuevo gobierno el Kiev por el FMI “empeorará su situación”, debido a la esclavitud financiera de sus severas medidas de austeridad.
En términos de PIB por poder adquisitivo (PPP, por sus siglas en inglés), los BRIC (sin Sudáfrica) se encuentran entre los siete primeros lugares del mundo.
Las sanciones del G-7 fracturarían al G-20, que se volvería más disfuncional a lo acostumbrado, y serían un castigo autoinfligido de “suma cero” (http://www.testosteronepit.com/home/ 2014/3/11/no-winners-in-the-sanctions-war.html) donde la gran perdedora sería la economía global, ya que el gobierno de India ha apoyado a Rusia http://blogs.rediff.com/mkbhadrakumar/ 2014/03/07/india-extends-hand-of-friendship-to-russia/, mientras la prensa china se ha volcado en favor del presidente Putin cuando el gobierno de Pekín ha optado por la prudencia.
La canciller alemana, Angela Merkel, amenazó que las “relaciones con Rusia cambiarían con la UE” y también “causarán daño masivo (¡supersic!) a Rusia, económica (sic) y políticamente (sic)”.
Dmitry Rogozin –viceprimer ministro y hombre duro del Kremlin frente a la lisura del premier Medvedev–, encargado de las empresas de defensa, declaró que las posibles sanciones económicas podrían estimular a la industria de Rusia mediante la “política de sustitución de importaciones” que sólo dañaría a sus socios foráneos, mientras reflexionaba en Twitter que “las sanciones ocasionarán un efecto bumerán que golpeará y dañará a los socios foráneos” en medio de la “recesión económica de Occidente” (http://rt.com/politics/rogozin-sanctions-boomerang-russian-582/).
La relación UE-Rusia es bidireccional y codependiente: Alemania importa más de la tercera parte de su gas y petróleo de Rusia, mientras ésta es el mayor cliente de la UE.
La oposición alemana ha expuesto el doble rasero de Merkel que acepta el referendo de los albaneses en Kosovo –que culminó en su secesión– mientras se opone al referendo en Crimea (http://rt.com/news/germany-russia-massive-sanctions-590/).
Según la evaluación de la Asociación alemana de Exportadores ( http://www.testosteronepit.com/home/ 2014/3/13/german-exporters-fire-warning-shot-about-russia-sanction-spi.html ), debido a su codependencia del gas ruso, “Alemania perdería más y cualquier impago de la deuda externa de Rusia sería tóxico para los bancos alemanes”.
El embajador chino en Alemania, Shi Mingde, advirtió a Occidente no castigar a Rusia, ya que “tales medidas podrían desembocar en una reacción en cadena peligrosa que dificultaría su control”. comentó que las “sanciones pueden llevar a represalias y esto desencadenaría una espiral con consecuencias imprevisibles; no queremos eso”.
A mi juicio, las sanciones del G-7 empujarán a Rusia a los brazos de los BRICS. ¿Se fractura el planeta en dos: G-7 frente a BRICS: la nueva “bipolaridad regional del siglo XXI”?
@AlfredoJalife
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