Isla de Pascua
La Isla de Pascua, o Rapa Nui como la llaman los nativos, es un enigma de isla. Aislada a miles de kilómetros de cualquier punto, esta isla casi desarbolada es famosa por su misterioso maoi, unas estatuas monolíticas de sus ancestros, que llevan en pie durante unos 1000 años, como muestra silenciosa del flujo y reflujo del Pacífico.
Ko Phi Phi, Tailandia
Los afloramientos de arcilla de Ko Phi Phi, que se alzan sobre el Mar turquesa de Andaman, las bahías de arena blanca y la enmarañada jungla de interior se plasman en la película “La Playa”. Para adaptarse rápidamente al ritmo de la isla, móntese en un bote de cola larga, déjese mecer en una hamaca frente a su cabaña de primera línea de playa o practique snorkel en las aguas cristalinas.
Santorini
Santorini es una foto de postal de Grecia, con sus casas blancas de creta e iglesias con cúpula azul, que se reparten por los escarpados precipicios de lava hasta llegar al reluciente Mar Egeo. Para observar mejor la isla volcánica sitúese en una terraza cubierta de jazmines, tomando un ourzo fresquito, escuchando música bouzouki y observando la puesta de sol.
Isla de Fraser, Australia
Muchas islas pueden presumir de playas interminables de arena dorada, pero sólo unas cuantas pueden competir con las de la Isla Fraser. Esta isla Patrimonio de la Humanidad es el mayor banco de arena del mundo, famosa por sus coloridos acantilados de arena, elevadas dunas y sus playas de 120 kilómetros. Viajando en un todo terreno se pueden ver, además de playas, manglares, lagos de agua dulce y una frondosa jungla.
Islas Orkney
Los frailecillos se posan en estos arrecifes azotados por el oleaje, y las focas grises toman el sol en las rocas de las Islas Orkney, situadas junto al extremo norte de Escocia. La accidentada costa de las islas perfila unos paisajes, que aparecen en una multitud de tonalidades verdes y que están salpicados con casas aisladas y monumentos de piedra, que hablan de su mística prehistoria.
Praslin, Seychelles
Las lenguas de agua del celeste Océano Índico acarician las playas de color marfil y los gigantescos cantos rodados de granito de Praslin, en la Seychelles. Una de las 10 mejores islas del mundo, es el destino favorito de los recién casados por sus románticos hoteles y vistas de ensueño. Las remotas playas de las islas rodean un interior selvático, que se entrelaza con cocoteros de mer.
Maui, Hawái
Esculpida por una esplendorosa alfombra de lava volcánica, Maui es una isla hawaiana con una configuración cambiante. En un minuto puede pasar de caminar por senderos selváticos, que le llevan a unas cataratas envueltas en bruma, a encontrarse con ballenas jorobadas o estirarse en una bahía en forma de media luna. Para disfrutar de los paisajes más pintorescos de la isla recorra la autovía de Hana Highway, repleta de curvas.
Capri
Un barco le llevará, a gran velocidad, desde la costa italiana de Amalfi hasta la elegante isla de Capri, en la Bahía de Nápoles. Acantilados plagados de cuevas se desploman sobre un profundo mar azul y diminutas calas en la costa, mientras el interior está adornado por campos de fragantes limoneros y villas. Sea el primero, junto a los lugareños, en darse el paseo nocturno (passeggiata), que le conducirá hasta una trattoria, que prepare pescado fresco al estilo mediterráneo.
Santa Lucia
Los picos Pitons, con su forma cónica, se elevan sobre el mar increíblemente azul de Santa Lucía, donde las montañas se deslizan sobre las abras de arena fina y las burbujeantes aguas termales. Sienta el ritmo del Caribe, visitando las animadas ciudades donde las chozas pintadas en alegres colores sirven ponche de ron y vibran con los ritmos de soca.