Alentar a los pequeños a realizar algún tipo de ejercicio de manera frecuente, esto les ayudará a mejorar su condición física y enfocar el gasto de energía en una actividad sana.
Limitar el tiempo que se dedica a ver televisión, estar en video juegos, computadoras, tablets, etc; se recomienda no permitir que pasen más de dos horas frente a estos aparatos ya que disminuyen el tiempo dedicado al ejercicio.
Establezca un plan saludable de alimentación, incluya en las comidas diarias verduras, frutas y cereales, además de cuidar las porciones de alimentos que le proporciona a cada miembro de la familia, ya que esta debe ir de acuerdo a las necesidades de su desarrollo.
Evitar el consumo excesivo de jugos, refrescos y bebidas muy azucaradas
Manténganse pendiente del peso, masa corporal, circunferencia de cintura y crecimiento de sus hijos, con la finalidad de detectar cualquier anomalía que pudiera presentarse.
La participación de los padres de familia en el control de los hábitos alimenticios y la actividad física es fundamental para lograr la disminución en los niveles de obesidad infantil.
Algunos de los posibles factores que predisponen el desarrollar el sobrepeso y la obesidad infantil son:
Factores maternos y fetales:
a) Historia de diabetes gestacional.
b) Recién nacidos con peso mayor a 4 kilogramos.
c) Bajo peso al nacer.
d) Alimentación con sucedáneos de leche materna.