En la 12 Feria Internacional del Libro del Zócalo (FILZ), en el espacio Café Literario, se realizó una mesa sobre el rock nacional, con la moderación de Rafael Molina y la participación de Jorge García y Benjamín Anaya, quienes deleitaron con su ponencia a medio centenar de visitantes.
Sorpresivamente, se presentaron los hermanos Javier y Baby Bátiz, quienes pasaron desapercibidos por la mayoría de los visitantes a la carpa Café Literario.
“Pocas veces visitamos la ciudad de México para caminar sus calles; por lo regular estamos en la capital para dar concierto o recibir algún reconocimiento o galardón, como sucedió el viernes en Plaza de las Estrellas; ahora sólo estamos de pasadita”, explicó Javier Bátiz.
En entrevista, y en el contexto de la mesa de debate sobre el rock nacional, declaró: “Los últimos que para mí tocan rock son los Tucanes de Tijuana, porque se escuchan más roqueros que los que lo son”.
Subrayó que el ritmo pesado y el mensaje contestatario del rock se perdieron. “Ya no existe; no dudo de que haya muchas bandas buenas, pero rock en el sentido estricto de la palabra. ya no lo hay, porque la música de hoy es muy ligera y pretenden llamarla rock, cuando las raíces de este género son pesadas en ritmo y armonías”.
El músico destacó que las bandas de hoy son como “para estar viendo el atardecer en la playa con lentes oscuros y tomando una piña colada o en una plaza comercial viendo la gente pasar, porque atrás quedó todo lo urbano, todo lo citadino, lo underground y todo lo referente al verdadero rock”.
Explicó que su presencia se debe a la casualidad, por lo que sólo estuvo unos minutos en la carpa Café Literario. Mencionó que promueve la película Suave patria, en la que participa; además prepara un disco con la Sinfónica de Baja California y Las clásicas de Bátiz.
La Jornada